Pequeños cerveceros
A mi entender, nunca se debería beber cerveza ‘a morro’
por, tres motivos fundamentales. El primero de ellos es que bebiéndola
directamente del botellín o de la lata se pierden todos
los matices de aromas y sabores; el segundo, por ser una falta de educación; y
el tercero, porque al no servirse en copa, no se genera espuma por la que se
libera parte del anhídrido carbónico resultando más agradable su sabor. Si algo
me subleva es cuando al pedir una cerveza en un bar que el mozo de la barra me
pregunte si quiero vaso. Yo siempre le respondo: “¿Usted que cree?”. Es como si
en un restaurante el camarero me preguntase si deseo cuchara para tomar la
sopa. Beber a morro, por eso digo, es como beben los treintañeros no emancipados, los que viven solos, los
obreros de la construcción y los vendedores al detall de calzonclllos "Cañamares". Lo que sucede, por otro
lado, es que son pocos los camareros que saben cómo tirar una cerveza
correctamente. Para ello, lo primero se requiere que la copa esté limpia.
Después hay que mojarla, descartar la primera salida del grifo e inclinarla
unos 45 grados hasta completar tres cuartas partes de su capacidad. Llegados a
ese punto, la copa deberá ponerse vertical y se le aplicará unos golpecitos
suaves para que suba el gas carbónico
del fondo hasta conseguir dos o tres centímetros de espuma en la parte
superior. Un experto barman afirmaba en una revista que “la
materia prima seleccionada en España por las grandes multinacionales es de peor
calidad y bien se nota cuándo las empresas cerveceras aún permanecen en manos
de unos pocos empresarios”, como es el caso de “Estrella Galicia” , “Ambar”
y la cerveza “Moritz”, fundada en
Barcelona en 1856 y que en los años 30 copaba el 34% del mercado catalán, hasta
que en los años 70 la crisis del petróleo afectó a varios
sectores de la economía y, ante la imposibilidad de una recuperación después de
la creación de “Cervezas de Barcelona”,
“Moriitz” decidió vender su parte del
accionariado, desapareciendo en 1978. La empresa que nació en 1856 por
obra y gracia del francés de origen alsaciano Louis Moritz Trautmann renació de sus cenizas en 2004 por el Grupo Ágora (propietario de “La zaragozana”), de modo que la cerveza
“Moritz” se fabrica en Zaragoza
aunque solo se consume en Cataluña. En la actualidad ese grupo fabrica las
cervezas “Ambar” y “Moritz” y mercadea con el café “La pantera”, el agua mineral “Lunares” y la gaseosa “Konga”. Esperemos que sigan siendo pequeños cerveceros por muchos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario