domingo, 7 de mayo de 2023

Dos ermitas con aire torero

 

La sequía persistente hace que sean muchos pueblos los que procesionan al santo o a la virgen de su devoción pidiendo lluvias. No sé, pero mezclar climatología con religión es algo muy enraizado en la cultura popular. La fe dicen que mueve montañas. En la foto que acompaño aparecen los vecinos de Bordón (Teruel) sacando en procesión a la virgen de la Carrasca implorando aguaceros para poder salvar las cosechas. Esa talla se conserva en una iglesia que antes fue una ermita construida por los templarios tras la aparición de la virgen sobre una carrasca a un pastor en 1212. En Villahermosa (Ciudad Real) existe otra historia parecida. Esa virgen, también conocida como La Morenilla, se le apareció a otro pastor, Juan Domingo, en la Catedral de Toledo. Al ver la hermosura de la imagen decidió tomarla y llevársela a su pueblo. Pero le descubrieron y sufrió pena de prisión por hurto. Al cumplir su condena, por el camino a su pueblo se encontró esa misma talla en lo alto de una encina. El pueblo, enterado del prodigio, decidió acudir en masa hasta el lugar y construirle una ermita. Antes de terminarse su construcción, Juan murió y en ese lugar santo se enterró su cuerpo. Por encontrarse el lugar entre las localidades de Villanueva de los Infantes, Alhambra, Villahermosa y Carrizosa, todos ellos quisieron hacerse con su culto sin  poder llegar a un acuerdo. Prefirieron que fuese la propia imagen la que decidiera dónde quedarse y, sin saber de qué forma, optó por permanecer en Villahermosa. La talla que allí se conserva es de 1939. La anterior imagen fue destruida durante la Guerra Civil. La ermita cuenta con plaza de toros desde 1889. Aquel año se añadió un patio cuadrado con una planta porticada con arcos de medio punto y otra con barandilla, para poder ver los festejos taurinos que se celebran durante los meses de verano. También tiene plaza de toros el santuario de las Virtudes, del siglo XV, en la pedanía de Virtudes perteneciente a Santa Cruz de Mudela. En el siglo siguiente se construyó la Casa de la Despensa  y la aneja plaza de toros. Se trata de una plaza cuadrada al estilo de la existente en Almagro. En el siglo XIX, debido a su progresivo deterioro, se restauraron palcos, cubiertas y graderío. Esa plaza también se utilizó como corral de comedias y fue restaurada por última vez en 1984 con el patrocinio del Ministerio de Cultura. En la actualidad está incluida dentro de la Unión de Plazas de Toros Históricas.

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