Los ciudadanos de Teruel, como los de Soria o los de
Zamora, están inmersos en un bucle de despoblación que les está llevando a un
marasmo sin precedentes. El diario Heraldo
de Aragón, consciente de esa caótica situación, lanzaba hoy en
editorial la necesidad urgente de “un redoblado
esfuerzo compartido por todas las administraciones”. Dicho de otra manera, se
pretende que se aplique bonificar a empresas que todavía no están establecidas
en esa provincia y que no se sabe si se implantarán. Todo dependerá,
posiblemente, de las facilidades subsidiarias que puedan recibir de la Unión
Europea y, también, del Estado. Pero, a mi entender, será conditio sine qua non dar un primer paso: implementar las
comunicaciones ferroviarias y viales para que la pesadilla de la despoblación
en goteo pueda dar un giro sorprendente. A día de hoy el ferrocarril es
deficiente y Teruel, triste es decirlo, es la única capital de provincia dentro
de la España peninsular que no cuenta con línea directa con Madrid. El presidente
Lambán entiende al respecto que se
puede aporrear la puerta de Europa hasta que nos escuchen, reclamando tantas veces
como sea necesario parecidas ayudas con las que ahora se benefician Noruega,
Suecia y Finlandia. También, que el Gobierno central estudie el modo de poder subvencionar a aquellas empresas que pudiesen
establecerse en un futuro con bonificaciones en sus costes laborales, en los
impuestos societarios y en las cotizaciones a la Seguridad Social, organismo
público deficitario. Termina señalando el diario regional que “lejos de
pretender incurrir en modelos subsidiados, no se puede ignorar que la situación
que vive la provincia de Teruel requiere de originales y urgentes medidas de
carácter excepcional”. Somos conscientes los aragoneses de que fue un golpe
bajo el cierre de la azucarera de Santa Eulalia del Campo, de las cuencas mineras y, ahora, del
desmantelamiento de la central térmica de Andorra. Bueno sería, a mi entender, poder corregir ese
vergonzoso desequilibrio territorial y espero que se consiga. Teruel merece mejor suerte.
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