Hace poco, el 10 de noviembre pasado, se hermanaron dos
ciudades: la zamorana de Toro y la zaragozana de Magallón. Ambas ciudades ya
tenían ciertos vínculos de unión desde el siglo XV, a raíz de la Batalla de Toro, que en 1476 enfrentó a las tropas de Isabel I de Castilla contra las de Juana la Beltraneja, en la que se dio
en llamar Guerra de Sucesión Castellana.
Y en aquella delegación magallonesa enviada a Toro el otoño pasado, acudieron el alcalde de Magallón, Víctor Manuel Chueca, y cerca de de
doscientos vecinos. Entre las muchas actividades programadas para ese día, se
inauguró un monolito en recuerdo de ese encuentro en los jardines del Alcázar,
que a partir de aquel día pasaron a llamarse jardines de la Villa de Magallón. El monolito representaba a una
mujer con vestimenta tradicional, réplica de otra realizada por Marta Soto. En aquel encuentro se
aprovechó para degustar vinos del “Campo de
Borja” y aceite de la Cooperativa
Sierra del Moncayo; y, también, hubo
la actuación de un cuadro jotero en el Teatro Latorre. Pues bien, cuando
todavía no han pasado cinco meses de aquel hermanamiento, el monolito ha sido
destrozado por unos gamberros. El alcalde socialista, Tomás del Bien, ha señalado a este respecto que esa gamberrada se
debe a “un problema de educación”. Los ediles municipales del PP, en cambio,
consideran que ello se debe a “los recortes
en la Policía Local”. Se acercan las elecciones municipales y comienza el tiempo de las descalificaciones
entre partidos. Lo de siempre. Ahora lo
que toca es reponer la pequeña imagen de la "pulida magallonesa" y evitar que vuelvan a sobrevenir actos
vandálicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario