domingo, 24 de mayo de 2020

El aliento del cuervo

Hace dos días llegaba a España un cargamento de medio millón de mascarillas procedentes de China. El material llegó el pasado martes al aeropuerto de Zaragoza procedente de Shanghái. La noticia de El País citaba textualmente un comunicado de la Embajada de China: “China ha decidido proporcionar urgentemente un lote de asistencia de material médico de acuerdo con las necesidades de España y abrir canales comerciales para que España importe equipos de protección personal y equipos médicos muy necesarios”. Era la feliz consecuencia de una conversación telefónica mantenida entre la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y su homólogo chino, Wang Yi, donde se trató la cuestión de la ayuda en forma de material sanitario para la lucha contra el coronavirus. Pues bien, el diario ABC da hoy la noticia de otra manera. Señala la redactora  Almudena Martínez-Fornés  que “España recibe medio millón de mascarillas gracias al apoyo del Rey. Don Felipe ha dado las gracias este viernes a Jack Ma, fundador del Grupo Alibaba, por el envío del material”. Por si ello fuera poco, la noticia de ABC sigue diciendo que “además de las mascarillas, en los próximos días llegarán a España kits para realizar pruebas de coronavirus, donados también gracias a la gestión de Don Felipe”. ¿En qué quedamos? ¿La gestión fue obra de la ministra de Asuntos Exteriores o del jefe del Estado? Justo debajo de esa noticia, ¿cómo no?, aparece un artículo de Carlos Herrera, “Felipe de Borbón, un líder sólido”, en el que el locutor de la COPE suelta todo el humo de incienso de su botafumeiro en defensa de la Corona y recuerda la cacerolada [donde, según relata, participaba parte del gobierno de España]  supuestamente en contra de Felipe VI” mientras el rey se dirigía por televisión a los españoles con una lacónica plática en la que los dos ingredientes de su poción eran “esperanza y unidad”. Escribe Herrera que “aquí ya somos lo suficientemente mayores como para conocernos todos, y a estas alturas no vamos a andar con disimulos para señalar quiénes están por la desestabilización del bienestar de los españoles”. También añade que “la crisis severa que supone la llegada del virus chino ha sorprendido a España con una formación gubernamental en la que tres o cuatro miembros saben medianamente de lo que hablan -Robles, Calviño y alguno más- y una banda adyacente de cuatreros que son capaces de desequilibrar al país aprovechando que la fiebre pasa por la calle”. Pues nada, con ese abyecto artículo hasta es posible que Carlos Herrera pueda ganar el “Mariano de Cavia”. Este hombre es de los que pegan con el cinturón por el lado de la hebilla. Cobra  de la Conferencia Episcopal un Potosí, lanza a las ondas pócimas milagrosas; y, además de ello, se aprovecha de los sansirolés que le siguen el juego de la gracieta facilona y le hacen el programa de balde, mientras él, que va de “sobrao” como si fuese un pijo de Los Remedios,  mea permanganato en arco y se permite llamar “fósforos” a los que están al otro lado de la línea telefónica. Yo hace ya mucho tiempo que dejé de escuchar los aullidos de ese chacal por la radio.

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