martes, 26 de mayo de 2020

Sobre vírgenes, cadenas y demás zarandajas



En eso de los patronazgos reconozco estar un tanto despistado. Siempre estuve en la creencia de que la patrona de Sevilla era la Virgen de los Reyes, pero alguien me ha sacado de dudas. Resulta que la patrona de Sevilla es la Virgen del Pilar. Y es que en Sevilla todo resulta chocante y paradójico. Tanto es así que lo que menos se espera uno es encontrar la Torre del Oro plasmada en  el escudo de la ciudad de Santander. Ambas cuestiones tienen su razón de ser.  Los primeros antecedentes sevillanos de la Pilarica se remontan a una imagen que fue portada hasta allí por los soldados navarros que participaron en la reconquista de Sevilla con Fernando III de Castilla. Sin embargo, la referencia oficial a la Virgen de los Reyes no se produce hasta mediados del siglo XX, cuando el cardenal Segura solicitó en 1946 a Pío XII el nombramiento de la Virgen de los Reyes como patrona de esa Archidiócesis, si bien ya existía una imagen de autor anónimo de comienzos del siglo XIII, de estilo gótico y tallada en madera de alerce, sobre la que se cuenta que fue donada por Luis IX de Francia a un primo hermano de Fernando III. Esa imagen tan venerada por los sevillanos fue coronada con todos los honores en 1904. Se procesiona bajo palio por las calles sevillanas cada 15 de agosto, fecha en el que sale de la Catedral por la Puerta de los Palos al son del Himno Nacional. En consecuencia, parece ser que la Virgen del Pilar es la patrona de Sevilla; la Virgen de la Hiniesta, la patrona del Ayuntamiento; y la Virgen de los Reyes, la patrona de la Archidiócesis. La referencia que hacía de la Torre del Oro en el escudo de Santander es un homenaje a las naves cántabras capitaneadas por el almirante Bonifaz, que se juntaron en Sevilla en 1248 para romper las cadenas que unían ambas orillas del Guadalquivir para impedir su navegación. Ese episodio histórico también aparece reflejado en los escudos de Laredo, Santoña, Comillas, Avilés y Ribadeva. Existe la creencia popular de que esas cadenas son las que en la actualidad rodean a la Catedral hispalense.

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