viernes, 10 de febrero de 2017
Memoria fotográfica selectiva
Se le está dando demasiada importancia a que un retrato del jefe del Estado, pintado por Ricardo Lamenca y donado al Ayuntamiento se haya descolgado del despacho del alcalde Santisteve. Parece ser que ha sido sustituido por otro retrato de Agustina de Aragón, pintado por una nieta de Agustina Saragossa, Agustina Atienza Cobos, en 1885 para ser colocado en una exposición de aquel año y atribuido durante mucho tiempo a Unceta. En 1881, el Ayuntamiento de Zaragoza le había concedido una beca de 1.000 pesetas anuales durante cuatro años para proseguir sus estudios en Madrid. El cuadro al que hago referencia había sido donado en 1886 al Ayuntamiento mientras ella residía en Castellón, estando ya casada y aquejada de trastornos mentales. Murió en Madrid en1915. Bueno, no pasa nada, La ley obliga a que el busto de Felipe VI esté en el Salón de Plenos y ahí permanece. También se echa en falta un óleo de La venida de la Virgen, pintado por Francisco Jiménez Maza en el siglo XVII y un crucifijo que tenía Belloch. Habrá que dejar claro que nada se ha perdido ni ha sido robado. Todo lo que se quita de un despacho pasa inmediatamente al área de de Patrimonio, donde existen otras obras de arte de Pradilla, Marín Bagües, Viola y otros artistas de renombre. Ahora bien, lo que sí podría hacer el Alcalde es dotar una sala para exponer todos aquellos lienzos que permanecen en el “purgatorio” municipal por falta del rezo de jaculatorias o por no encontrar paredes de uso público donde clavarlos con unas escarpias. Entiendo que existen asuntos más importantes que estar pendientes de esas bagatelas, por ejemplo la enorme deuda. Eso le pasa a Santisteve por haber dejado el pasado día de san Valero que los ciudadanos visitasen las tripas del Consistorio, cuando existen espacios urbanos mucho más importantes para ser visitados y que siempre que acudo los encuentro vacíos; verbigracia, el Museo Camón Aznar, que es gratuito o las exposiciones de la Lonja, que tampoco requieren desembolso alguno por parte del visitante. Pero no, al ciudadano lo que le gusta es entrar en el mondongo del Ayuntamiento, para luego poder criticar lo que no tiene a la vista, recordar que años atrás sí estaba en tal sitio y poder hacer críticas sobre el nuevo regidor. ¡Anda que no tienen tajo en La Seo! Por cierto, también se abre la catedral al público de forma gratuita ese mismo día de la fiesta del patrón de Zaragoza. Pero de La Seo, según parece, nadie tiene memoria fotográfica.
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