lunes, 3 de abril de 2017

A mal cristo, mucha sangre.





A los ministros del Interior les da por hacer extravagancias. A Jorge Fernández Díaz le dio por condecorar a vírgenes y por nombrar comisario honorario a Francisco Marhuenda, director del diario La Razón; y a Juan Ignacio Zoido, anterior alcalde de Sevilla, por condecorar a la cofradía del Cristo de la Legión. Ya puestos, también podría nombrar directora honoraria de Correos a la sufrida cabra. Si, ya sé que la cabra tira al monte y que nada tiene que ver con el cartero, que siempre llama dos veces, pero Marhuenda no sé si tendrá algo que ver con los guardias de la porra, salvo que defiende a espada la Ley Mordaza, sobre todo cuando un contertulio le interrumpe en los debates televisivos de La Sexta. ¿Y a Arsenio Fernández de Mesa? Dicen que el exdirector general de la Guardia Civil es idóneo para el cargo de consejero independiente de Red Eléctrica Española. Hombre, y también parece idóneo para presidir los carnavales de Cádiz.  Ya estuvieron de consejeros de REE Alberto Nadal e Ignacio López del Hierro. El primero es hermano gemelo del entonces director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, Álvaro Nadal (actualmente ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital).  El segundo, es el marido de María Dolores de Cospedal, entonces presidenta de Castilla-La Mancha, actual secretaria general del Partido Popular y ministra de Defensa. La polémica obligó a ambos a presentar su renuncia al consejo de REE. Pero también son en la actualidad consejeros Santiago Lanzuela, expresidente del Gobierno de Aragón y María Ángeles Amador, exministra socialista de Sanidad. A unos se les condecora y a otros se les invita a traspasar la puerta giratoria. Pero condecorar a vírgenes y a cristos es harina de otro costal. Según la última Orden General de la Policía, el reconocimiento de la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Blanco se otorgará al Hermano Mayor de la Congregación de Mena, Antonio Jesús González Ramírez. Se trata de la cofradía del Cristo de la Buena Muerte, patrono de la Legión, cuyos miembros son protagonistas de la procesión de Jueves Santo en Málaga. Recuerdo que siendo alcalde de Sevilla, Zoido quitó el nombre de una calle a Pilar Bardem (que había sustituido a la general Merry en aplicación de la Ley de Memoria Histórica) y se la quiso dedicar al rancio inmovilista Antonio Burgos, pero finalmente se optó por llamarla de Nuestra Señora de las Mercedes. El caso fue bastante polémico. Zoido señaló a los medios que la calle estaba dedica da a Francisco Merry Ponce de León y no a su hijo, Pedro Merry Gordon, teniente general en el franquismo.  Otros ciudadanos con memoria tuvieron en cuenta la estrecha relación de Merry Ponce de León con Gonzalo Queipo de Llano, el general golpista que dirigió la campaña y la represión en Andalucía durante y después de la Guerra Civil. Al Cristo de la Buena Muerte le ocurre algo parecido que al Cristo de Medinaceli. Decía Umbral (El Mundo, 13/03/ 97) que “expertos de Bellas Artes han restaurado el Cristo de Medinaceli, que estaba ya muy usado de beatas y marquesas, muy gastado de besos, muy agobiado de peticiones. Lo primero que han hecho estos razonables expertos es quitarle al Cristo su peluca, que era como la de Bibí Andersen antes del quirófano. (...) España lo tiene todo en arte religioso y militar, pero después vinieron los sacristanes redichos, los obispos franneurs, las beatas con sus joyones, las cofradías con su folklore, etc., y se obstinaron en hacer de cada Virgen una Pantoja y de cada Cristo un travestí”. Yo no sé si los cristos con peluca son más milagreros, pero está comprobado que los ministros del Interior nombrados por Rajoy son capaces hasta de poner medallas a los querubines de las pechinas de un convento de clausura.

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