martes, 11 de abril de 2017

El placer de leer a Suárez de Figueroa




Estos días de Semana Santa la prensa machaca sobre cansinos temas procesionales o sobre la reciente muerte inesperada de Carme Chacón, que a todos nos ha llenado de consternación. Era una mujer joven y culta. Personalmente aprovecho para leer Plaza universal de todas ciencias y artes compuesta (1615) por Cristóbal Suárez de Figueroa. No deja de sorprenderme. En su Discurso VI, De los formadores de calendarios, descubro cosas que no sabía. Por ejemplo:
“Declárase así por Estío después de la Pascua de Pentecostés el primer miércoles es uno destos ayunos: por Otoño la cuarta Feria después de Santa Cruz de  Setiembre: por Invierno, la cuarta Feria después de Santa Lucía que es Diciembre: por verano la cuarta Feria después de Ceniza. Hanse  de saber también los días en que se cierran las velaciones que sucede desde el Adviento hasta la Epifanía; desde la Septuagésima hasta Domingo de Cuasimodo; desde los tres días de las Letanías, hasta tres días después de la Pascua de Espíritu Santo. Tampoco debe ignorar en qué días no es conveniente pedir acceso conyugal, como tres días antes de la sagrada Comunión; en tiempo de la preñez, si hay peligro de aborto, y al tiempo de la purificación después del parto. Es menester saber las fiestas, y vigilias de precepto, si bien se halla todo con facilidad en los Breviarios y oficios Romanos, donde se les pone particulares señales. Demás conviene saber los días Caniculares, llamados así de una estrella (por usar las palabras de Arato) a quien en llegando el Sol, de doblan los calores, y por eso muchas veces es tan dañosa como perro que rabia”.
Es una delicia, ya digo, la lectura de Suárez de Figueroa. Al referirse a los juegos, en otro apartado del libro,  escribe que los juegos de naipes más comunes de su tiempo eran:
Primera, cientos, quínolas, el quince, el treinta, la flor, el capadillo, tenderete, bazas, triunfo vueltos, polla, reinado, barriga, parar, pintillas, carteta, rentoy, el hombre, el cuco, patacán...
Recomiendo la lectura de sus 743 páginas. El libro está editado en Perpiñán, por Luis  Roure, librero. Año  MDCXXIX. Suárez de Figueroa se cita como referente en el Diccionario de autoridades. Toda su obra se encuentra en dominio público.

No hay comentarios: