Me he quedado ojiplático al conocer la noticia de que “el Beato de Tábara ya está en casa”, según afirma hoy entre sus páginas El Correo de Zamora. EL códice ha
viajado por unas horas de Madrid a Tábara entre fuertes medidas de seguridad para
que pueda ser contemplado por los vecinos de esa localidad. Se trata de un
códice mozárabe del siglo X escrito en letra visigótica a dos columnas y con
anotaciones en árabe al margen, del que se conservan 166 páginas del original.
En el Monasterio de San Salvador de
Tábara añadieron dos hojas y de ahí tomó el nombre. El Monasterio se encuentra
en las últimas estribaciones de la
Sierra de la
Culebra y tuvo su origen en una iniciativa de dos monjes: san Froilán y san Atilano, más tarde nombrados obispos de León y de Zamora,
respectivamente, a finales del siglo IX, tras la victoria del rey asturiano Alfonso III el Magno, hijo de Ordoño I y de Nuña, en la batalla de
Polvoraria. A la muerte de Ordoño I, Fruela
Bermúdez entró en Oviedo con su ejército y usurpó el trono a Alfonso, que
se refugió en Castilla junto a su tío, el conde Rodrigo, que terminó derrotando a Fruela y ejecutándolo en Oviedo
en el año 866, siendo coronado rey Alfonso. Dos años más tarde, en 868, Alfonso
se enfrentó a Walid ben Ganiar
cerca de Astorga en la famosa batalla
antes citada. A su muerte, el 20 de diciembre de 910, su reinó se dividió entre
sus hijos: León, Álava y Castilla para García;
Galicia para Ordoño; Asturias para Fruela; Gonzalo, que era clérigo, continuó siendo arcediano de Oviedo; y a Ramiro, por su corta edad, se le dio el
título de rey pero sin territorio. Pues bien, en los dos folios añadidos en el Beato de Tábara trabajaron Magio, maestro del Monasterio, y su
discípulo Emeterio y la monja Eude en el año 970. Con las Desamortizaciones
del XIX el Beato de Tábara pasó al Archivo
de León, de ahí a la Escuela Diplomática, para
terminar en el Archivo Histórico Nacional,
en Madrid. Se dice que es una copia parcial del Beato de Liébana. Se designa con el nombre de beatos a los manuscritos que nos
transmiten los comentarios al Apocalipsis
atribuidos a Beato de Liébana,
redactados por vez primera en el año 776. Beato de Liébana fue un hombre de la
segunda mitad del siglo VIII que en el 785 escribió su himno O Dei verbum y su Apologético contra Elipando,
y un año después sus Comentarios al
Apocalipsis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario