miércoles, 5 de abril de 2017

El franquismo se viene arriba





No aporto nada nuevo si afirmo, como así lo hago, que me pareció desproporcionada la sentencia de la Audiencia Nacional contra Cassandra Vera por los 13 comentarios en su cuenta personal de Twitter sobre Luis Carrero Blanco, al entender la Audiencia que “humilló a las víctimas del terrorismo”. Hasta ahora se sabe que miembros de ETA fueron los ejecutores materiales de la “Operación ogro”, pero todavía existen flecos sin aclarar. No cabe duda de que Carrero fue una víctima del terrorismo, también lo fueron su chófer y su guardaespaldas, y que el Dodge que tenía a su servicio saltó por los aires en la madrileña calle de Claudio Coello una fría mañana de diciembre. Respeto a todas las víctimas del terrorismo, faltaría más.Y jamás haría chistes sobre esas desgracias. Podríamos haber sido cuaquiera de nosotros. Pero de igual manera entiendo que a Cassandra Vera le asiste el derecho de hacer humor con lo que le venga en gana. Cosa distinta es que tales chascarrillos sean de mal gusto. Los españoles tenemos un gran sentido del humor y en este país se han hecho chistes de todo lo que se mueve y de todo lo que vuela por los aires. Recuerdo en mis tiempos de veraneante en Zarauz, todavía con Franco vivo, a grupos musicales haciendo sonar sus instrumentos cada noche en el quiosco de la plaza y al vocalista cantando en eusquera. Yo no sabía a qué se refería, pero en un momento determinado si observaba cómo los presentes, que eran muchos, lanzaban jerséis al aire. Y no pasaba nada. Pues bien, hasta una nieta de Carrero ha considerado “disparatada” la sentencia contra Cassandra. Y ahora me entero de que la Audiencia Provincial de Madrid ha admitido a trámite una denuncia interpuesta por la Asociación para la defensa del Valle de los Caídos contra el Gran Wyoming y Dani Mateo por un chiste sobre el mausoleo franquista que realizaron en el transcurso de un sketch durante la emisión del 10 de mayo del 2016 en programa El Intermedio en la Sexta. Señalaban en su denuncia los componentes de esa Asociación que ambos “incurrieron en un delito contra los sentimientos religiosos”. Una denuncia que no admitió a trámite el Juzgado de Instrucción número 4 de Alcorcón, pero que la Audiencia ha admitido recurso de apelación. Gran Wyoming y Dani Mateo explicaban  en aquel programa que “el Valle de los Caídos, alberga la cruz cristiana más grande del mundo, con doscientas mil toneladas de peso y ciento cincuenta metros de altura, el triple de lo que mide la torre de Pisa. Y eso es porque Franco quería que esa Cruz se viera de lejos, normal, porque quien va a querer ver esa mierda de cerca”. Me da la sensación de que los miembros de esa Asociación franquista tienen la piel muy fina. Yo suelo ir con frecuencia a Collado Villalba. Y las ventanas de casa dan a la Sierra de Guadarrama, lo que me permite ver relativamente cercana la cruz de Cuelgamuros. Y les confieso que a mí también me parece todo el conjunto del Valle de los Caídos una auténtica mierda, de cerca y de lejos. Una auténtica mierda hecha con gran sufrimiento por prisioneros de guerra que merecen todo mi respeto y que lucharon por defender la libertad. Pero que el conjunto de esa basílica me parezca una auténtica mierda no quiere decir que incurra en delito contra los sentimientos religiosos. Lo cortés no quita lo valiente. Aquí los que incurrieron en delito fueron aquellos que hicieron un golpe de Estado contra la II República y un posterior crimen de lesa humanidad. A otros ciudadanos les puede parecer una auténtica mierda La Sagrada Familia barcelonesa o la Catedral de El Burgo de Osma. Más mierda todavía ahora, que cobran entrada por visitar su interior. ¡Estaría bueno que la rancia derechona nos guiara sobre lo que nos debe o no gustar! Quién manda aquí, ¿Goebbels?

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