Con la llegada de la democracia se creó en Aragón la fiesta de san Jorge y se le hizo patrono de esa
Comunidad Autónoma. Según la leyenda, en 1096 siendo rey de Aragón Pedro I, aconsejado por su padre Sancho I, inició la conquista de
Huesca, que por aquellos días se encontraba en manos del monarca de la Taifa de Zaragoza Al-Mutaman. La lucha fue
encarnizada. San Jorge descendió de una
nube a lomos de un dragón, supongo que el mismo dragón que atemorizaba a la
población de Silca, portando una cruz granate en forma de lanzón y ayudó a
ganar la batalla. Los musulmanes fueron derrotados y huyeron despavoridos. Pues
bien, para endulzar la fiesta de san Jorge, los pasteleros idearon un dulce que
llamaron lanzón. El afamado pastelero
zaragozano Francisco Bentué Sauras,
en su discurso de ingreso en la
Academia Aragonesa de Gastronomía (“La
confitería-pastelería en general y las desaparecidas en Zaragoza”. Año
2002. Cuadernos de Aragón, número 42. Institución Fernando el Católico. DPZ)
cuenta lo siguiente: “Año 1982. Febrero. La Asociación de
Pasteleros, reunidos en asamblea decide celebrar el Día del Dulce para lo cual la Asociación toma la fórmula tan en voga (sic) hoy de regalar a sus clientes
durante unos días unos vales para un sorteo. No es muy comprendido por los pasteleros
eso de regalar, pero lo aceptan; y un buen día, al venir a la oficina el asociado don Amadeo Babot, nos enseña un llavero de propaganda de su
establecimiento y dice que se debería hacer un postre para san Jorge, cosa que
nos pareció bien a los que allí estábamos, mas retiró los vales para los
clientes y se fue. Finales de marzo o principios de abril; vuelve a la carga y
esta vez acompañado de don Ángel San
José, socio y comercial de Gedispa.
Babot ya ha hecho unas pruebas con plancha de bizcocho, yema tostada, relleno
de nata y turrón blando, sólo faltaba el adorno, la parafernalia, y es San José
el encargado de buscar entre sus proveedores que nos suministren la efigie de
san Jorge, la bandera de Aragón, la cruz y un cachirulo pequeño. Se organizan
dos tardes en el obrador de la empresa Gilmir
para que acuda todo aquel que quiera ver cómo se hace, y la Asociación pide al jefe
de Informativos de TVE, Manuel García
Frutos, que nos dé su opinión, que no puede ser más favorable. Se ofrece,
en su condición de presidente de la Asociación de la Prensa, a llevarlo como
postre a la Cena de los
Aragoneses en la Lonja
donde, además, va a ser galardonada la Asociación de Pasteleros, etcétera”. Fue un éxito
aquel producto al que habían bautizado como “lanzón”. Y hoy, 35 años más tarde,
cada 23 de abril se sigue ofreciendo en los escaparates de las confiterías
aragonesas con éxito de ventas.
domingo, 23 de abril de 2017
Historia del lanzón
Con la llegada de la democracia se creó en Aragón la fiesta de san Jorge y se le hizo patrono de esa
Comunidad Autónoma. Según la leyenda, en 1096 siendo rey de Aragón Pedro I, aconsejado por su padre Sancho I, inició la conquista de
Huesca, que por aquellos días se encontraba en manos del monarca de la Taifa de Zaragoza Al-Mutaman. La lucha fue
encarnizada. San Jorge descendió de una
nube a lomos de un dragón, supongo que el mismo dragón que atemorizaba a la
población de Silca, portando una cruz granate en forma de lanzón y ayudó a
ganar la batalla. Los musulmanes fueron derrotados y huyeron despavoridos. Pues
bien, para endulzar la fiesta de san Jorge, los pasteleros idearon un dulce que
llamaron lanzón. El afamado pastelero
zaragozano Francisco Bentué Sauras,
en su discurso de ingreso en la
Academia Aragonesa de Gastronomía (“La
confitería-pastelería en general y las desaparecidas en Zaragoza”. Año
2002. Cuadernos de Aragón, número 42. Institución Fernando el Católico. DPZ)
cuenta lo siguiente: “Año 1982. Febrero. La Asociación de
Pasteleros, reunidos en asamblea decide celebrar el Día del Dulce para lo cual la Asociación toma la fórmula tan en voga (sic) hoy de regalar a sus clientes
durante unos días unos vales para un sorteo. No es muy comprendido por los pasteleros
eso de regalar, pero lo aceptan; y un buen día, al venir a la oficina el asociado don Amadeo Babot, nos enseña un llavero de propaganda de su
establecimiento y dice que se debería hacer un postre para san Jorge, cosa que
nos pareció bien a los que allí estábamos, mas retiró los vales para los
clientes y se fue. Finales de marzo o principios de abril; vuelve a la carga y
esta vez acompañado de don Ángel San
José, socio y comercial de Gedispa.
Babot ya ha hecho unas pruebas con plancha de bizcocho, yema tostada, relleno
de nata y turrón blando, sólo faltaba el adorno, la parafernalia, y es San José
el encargado de buscar entre sus proveedores que nos suministren la efigie de
san Jorge, la bandera de Aragón, la cruz y un cachirulo pequeño. Se organizan
dos tardes en el obrador de la empresa Gilmir
para que acuda todo aquel que quiera ver cómo se hace, y la Asociación pide al jefe
de Informativos de TVE, Manuel García
Frutos, que nos dé su opinión, que no puede ser más favorable. Se ofrece,
en su condición de presidente de la Asociación de la Prensa, a llevarlo como
postre a la Cena de los
Aragoneses en la Lonja
donde, además, va a ser galardonada la Asociación de Pasteleros, etcétera”. Fue un éxito
aquel producto al que habían bautizado como “lanzón”. Y hoy, 35 años más tarde,
cada 23 de abril se sigue ofreciendo en los escaparates de las confiterías
aragonesas con éxito de ventas.
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